Deberia tener denominación de origen y ser “orgullosamente mexicano”, ya que según cuenta la leyenda, fue el propio dios azteca Quetzalcoatl quien regaló el árbol de cacao a los hombres, mismo que años después se bautizaría con el nombre científico Theobroma Cacao, que significa en griego “alimento de los dioses”. Así que nada mas correcto que decir que el chocolate es “divino”, dada su procedencia celestial. El cacao fue alimento de gran importancia en la sociedad azteca y tal valía tenia en esa época pre-hispánica, que era utilizado como moneda de cambio. Lo tomaban líquido y mezclado con especias. El resultado era una bebida muy energética, oscura, espesa y espumosa a la que llamaban "tchocolatl" de donde deriva el actual término "chocolate".
Pero seamos justos con los conceptos. El chocolate es realmente un alimento hecho con cacao, tanto como nuestra tortilla es un producto del maiz. Una vez recolectados los frutos de la planta de cacao, se extraen las semillas, se fermentan y se secan para obtener el cacao en grano. En el proceso industrial se realizan las operaciones de limpieza, descascarillado, tostado, y molturación, para obtener la pasta de cacao que es el principal ingrediente del chocolate.
El chocolate en sí, es una mezcla de pasta o manteca de cacao con azucar y eventualmente leche, para obtener ya sea el chocolate negro, con leche o blanco. De allí que sea el porcentaje de cacao que contenga la mezcla, lo que le dá su condición de pureza o amargura en términos mas llanos. Por ello, un chocolate al 100% es practicamente… cacao. Y con el cacao no se juega, se cocina. De allí se deriva otro de los grandes aportes de la gastronomía mexicana al mundo, nuestro delicioso mole, del cual los poblanos han sabido crear diversidad de platos, con sus distintas variantes a lo largo de la geografia mexicana. Por la parte nutritiva, el chocolate aporta una considerable cantidad de potasio, fósforo y magnesio y una menor cantidad de calcio que aumenta de forma importante en el cacao con leche.
También aporta vitaminas como la B1, el ácido fólico, la B2, B6, B3, vitamina A y vitamina E. Por lo tanto podemos decir que no sólo es un dulce placer consumirlo, sino que constituye un saludable alimento completo que nos proporciona nutrientes y anti-oxidantes. Por si esto fuera poco, la feniletilamina, compuesto del chocolate que llega al cerebro, desencadena un estado de euforia y bienestar al comerlo, similar al efecto que tienen sus alcaloides sobre el sistema nervioso, por lo que es considerado un antidepresivo natural ya que se liberan endorfinas y serotonina. De allí la creencia popular de que quien regala chocolate expresa su sentimiento de que el otro se quiera a si mismo, pero sobre todo, que quiera a quien se lo regala. Así que … a demostrar nuestro amor, regalando chocolate.
POR: Alberto Arévalo
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